Siempre en la búsqueda de temas para escribir, el periodista colombiano Alejandro Samper lleva más de 20 años compartiendo su opinión en prensa, radio y redes sociales. Este portal es una colección de sus trabajos e ideas, los cuales pueden ir de lo extremadamente local a asuntos globales.

Momento de reinventarse

Momento de reinventarse

La empresa estadounidense Harley Davidson anunció esta semana que para agosto tendrá su primera motocicleta eléctrica. Los seguidores de esta marca pensarán que meterse con el ruidoso motor es una herejía, teniendo en cuenta que ese es uno de sus mayores atractivos. Tan es así, que los dueños de la compañía quisieron, hace unos años, patentar y proteger bajo marca registrada el rugido de estas máquinas.
Pero los tiempos cambian y las nuevas generaciones de easy riders quieren tener la experiencia de viajar por carretera en uno de estos poderosos y bien diseñados vehículos, pero sin contaminar. Los harlistas se la juegan por la innovación y las tecnologías limpias antes de que les suceda lo que al camarón que se quedó dormido.
En esa misma línea deberían trabajar desde la Alcaldía de Manizales para salvar la Feria. Si bien sus orígenes son de clara influencia sevillana con sus corridas de toros, sus reinados y desfiles, hoy la gente pide otras cosas. Porque el mundo es otro, las necesidades son diferentes y las prioridades cambiaron.
El eje de nuestra Feria sigue siendo los toros, pero es una fiesta decadente. Soy taurófilo y en las últimas temporadas solo se ve más de lo mismo… y no parece mejorar. Cada vez hay menos público, ganaderías desmejoradas y, en el ruedo, los mismos haciendo lo mismo. Basta escuchar una narración radial de una corrida de esta temporada. Los comentaristas están ocupados saludando gente en los tendidos, hablando de otras cosas que poco o nada tienen que ver con la faena y, cuando lo hacen, parece que hablaran de un muerto. Lo siento por los ganaderos, los aficionados, los empresarios que le apuestan a algo diferente (como los recortes) y los que viven de este espectáculo, pero las corridas de toros van a desaparecer. Tendrán el mismo destino de las peleas de mandingos o de gladiadores en el circo romano.
Y cuando se acabe ¿qué? ¿Pegarnos del Reinado Internacional del Café que cada vez es más precario? ¿Las Carretas del Rocío? ¿De la cabalgata que solo causa estragos en la ciudad y donde los jinetes hacen los que les dé la gana? Si los ciudadanos salen a ver ese desfile de caballos no es tanto por gusto, sino porque es lo que hay. Bien pueden hacer un desfile de cerdos o alpacas disfrazadas, la gente irá porque no hay otra opción. Porque no hay por dónde escaparse una ciudad atascada por las vías cerradas o congestionadas para darle gusto a chalanes, arrieros y borrachos agrandados.
Qué nos queda… ¿Billar? ¿Carritos de balineras? ¿Downhill? ¿Fondas? ¿Un pastiche de conciertos y tenderetes artesanales? Nada conectado, todo carente de la identidad de la Feria y sin sentido de pertenencia por la ciudad. Para colmo de males, el gran concierto, que se había convertido en uno de los eventos más esperados por los ciudadanos gracias a la calidad de artistas que venían, este año fue un Cantinazo de medio pelo, con artistas populares que cantan gratis en cuanta fiesta de barrio son invitados.
La Feria hay que repensarla, como lo hicieron los de Harley Davidson con sus motos, porque su principal motor ya está caduco para los estándares actuales. Hacerlo será tarea de esta administración y la entrante. Sin embargo, tras ver los eventos y artistas que trajeron este año a la ciudad, queda la sensación que la verdadera Feria sede Manizales se vivió meses antes cuando desde el Instituto de Cultura y Turismo asignaron a dedo $5 mil 694 millones en contratos a las Entidades sin Ánimo de Lucro de su rosca. 

Retorno del terror

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Un bozal para el senador Mejía

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