Gracias

Como si se tratara de fichas de dominó cayendo, la decisión de dejar de publicar mis textos en  el periódico La Patria, luego de hacerlo por 20 años, se debe a una serie de situaciones que por momentos me abrumaron. No entraré en detalles, pero la principal causa fue financiera.

Comencé a replantear mi estilo de vida, mis gastos, mi trabajo y dónde encontrar ingresos. Un recorte aquí, otro allá; no más esto, no más lo otro… y mientras hacía esto, sacaba tiempo para pensar, tomar apuntes, leer, investigar y redactar la columna para cumplirle a los lectores que semanalmente esperan mis comentarios. Pues estaba en esa tarea de escribir cuando me entró una llamada; era del periódico. Que si quería suscribirme, que aprovechara la promoción anual, que los beneficios y descuentos de la tarjeta que le entregan a uno.

Recordé la vez que en el periódico denunciamos a un director técnico que le cobraba a los jugadores del Once Caldas para alinearlos. A los caciques que tienen fortines políticos en las instituciones públicas y les esquilman un porcentaje del salario a los trabajadores para apoyar la causa y los ideales del partido. A los paramilitares y guerrilleros que extorsionan a campesinos, empresarios y ciudadanos para dejarlos hacer su trabajo, y que ellos llaman “colaboraciones”. Pues yo era colaborador de La Patria. Estaba en la alineación de los sábados y en más de una ocasión apoyé sus puntos de vista por el simple hecho de estar en sus páginas.

Quiero dejar claro que en ningún momento me presionaron o cobraron por publicar una columna o cambiar una opinión. Todo lo contrario, siempre tuve libertad de decir lo que se me vino en gana. Tampoco que haya algo ilegal en el vínculo colaborador - medio que se maneja en esta empresa; no solo en esta, en casi todos los periódicos del país. Simplemente hay una acuerdo - tácito, a veces - de que el trabajo no será reconocido económicamente, algo que creo debería cambiar. No lo considero justo, sobre todo con aquellos que llevamos muchos años dedicados a esto y que estamos bien calificados por lectores y firmas encuestadoras.

Como lo mencioné la semana pasada, con La Patria, sus directivas y equipo de trabajo solo tengo agradecimientos. Pero las circunstancias cambian y las fichas de dominó se conjuraron para caer en el momento de esa llamada a ofrecerme una suscripción con estar escribiendo gratis para el periódico que me estaban vendiendo. Entonces recordé al Guasón de Heath Ledger: “Si eres bueno en algo, jamás lo hagas gratis”.

Es así como decidí aventurarme en esto de publicar mis columnas de manera independiente en el portal demeuna.com, y la idea es monetizar este contenido. Sí, eventualmente les voy a cobrar. ¿Cuánto? Todavía lo estoy consultando. El propósito es que ingrese algo, así sean  $2.000, pero serán $2.000 que no tuve en 20 años por este espacio. En este punto todo es ganancia.

Cuando anuncié que me iba del periódico pensé, por un instante, que me había pegado un tiro en el pie. Esta semana, sin embargo, solo he tenido mensajes de lectores que me quieren apoyar y que ya se suscribieron al portal demeuna.com. También de colegas que reconocen el coraje que se necesita para decir lo que dije, y de amigos que se han ofrecido a ayudarme a construir este espacio. Y de La Patria, cuyo director me deseó la mejor de las suertes y que en un futuro podamos volver a hacer algo… remunerado.

A todos ustedes que hoy me leen, gracias. Gracias por estar ahí. Por interesarse por lo que tengo que decir y estar dispuestos, eventualmente, en reconocer monetariamente mis comentarios. Gracias por dejarme saber que no estoy solo en esto, a pesar de que tomé la decisión por cuestiones egoístas. Para tener algo en mi bolsillo y, desde mi punto de vista,  dignificar este oficio de opinar. Gracias.